Lecturas del día: 3º del salterio.
Gálatas 1,6-12; Salmo 110; Lucas 10,25-37.
Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas:
Gloria a ti,Señor.
En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús paras ponerlo a prueba: <<Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?>> Él le dijo: <<¿Que está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?>>. Él contestó: <<Amarás al Señor , tu Dios, con todo tu corazón y con toda el alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo m como a ti mismo>>. Él le dijo bien dicho. Haz esto y tendrás larga vida. Pero el maestro de la ley,queriendo justificarse,preguntó a Jesús. <<Y ¿Quién es mi prójimo?>>. Jesús le dijo: Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron ,lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino, y al verlo, dio un rodeo y siguió de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un Samaritano que iba de viaje ,llegó a donde estaba él, y al verlo, le dio lástima,se le acercó,le vendó las heridas,echándoles aceite y vino,y, montándolo en su propia cabalgadura,lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente,sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta".
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?>> Ël contestó: <<El que practicó la misericordia con él>>. Dijole Jesús: <<Anda,, haz tú lo mismo>>.
Palabra del Señor:
Gloria a ti,Señor Jesús.
Homilía:
Hermanos, paz y bendiciones en Cristo Jesús Señor nuestro:
Hoy, nos encontramos con un episodio de suma importancia, Jesús que es cuestionado por un Maestro de la Ley, que lo quiere poner a prueba, y ¿que mejor manera de hacerlo que cuestionandolo sobre que hacer para heredar la vida eterna?.
Si, este se presenta ante Jesús, no con la humildad y el deseo de conocer el camino y la forma de encontrar la vida eterna, como si lo hizo en su tiempo el joven rico, que él, si sentía deseos de conocer las cosas de Dios, este doctor de Ley, solo quería saciar su inquietud y ver como hacía caer a Jesús, y tener de que acusarle.
Pero, Jesús, que conoce nuestros pensamientos, le sale al paso y le sorprende con esa comparación del Samaritano, a lo cual este simplemente escucha y no se atreve a responder nada, pues sabe que lo dicho por Jesús, no tiene contradicción y al no convenirle a él, se queda callado.
Claro,que al ser cuestionado por Jesús y preguntarle cual de los tres se había portado como prójimo del que fue asaltado, no responde directa mente que el Samaritano, pues como era Judío, no se trataba con ellos y no podía, decir que estos que no conocían la ley, se portara mejor que el mismo, que es maestro de la Ley, y no la aplica, simplemente, le responde,l "el que practicó la misericordia con él, y es entonces enseñado por Jesús, que le increpa <<Haz, tú lo mismo>>, y de esa manera podrás alcanzar la vida eterna, pero quizá a este maestro esto no le llamaba la atención, pues solo quería tentar a Jesús.
Lo, que Dios nos pide hoy es un cambio total, y real, no de solo pensamiento, sino de entrega generosa y total a él y a su infinito amor, seguirlo y hacer las obras de caridad, que estén a nuestro alcance, no es solo decir Señor, sino cumplir la voluntad de Dios.
El punto focal de toda ley.
Lapregunta lanzada por el jurista halla respuesta,más que en el mero precepto,en la actitud del amor,considerando sus dos vertientes inseparable. Jesús no se conforma con enunciar el gran mandamiento del amor a Dios,sino que enlaza el del amor al prójimo,ilustrado enseguida con la celebré parábola del <<buen Samaritano>>.el persojnaje capaz de aprobar una profunda compasión hacia la víctima de la violencia.
<<¿Quién es mi prójimo?>>,había preguntado aún el jurista;y el Maestro le devuelve el interrogante,pero cambiando la perspectiva: <<Quién fue prójimo del necesitado?>>.
Señor Jesús, ayudanos en descubrir en nuestros hermanos al necesitado, nuestro verdadero prólimomy a nuestro Dios revelado en la persona del sufriente y olvidado de la sociedad.