Lecturas del día: 2ª del salterio.
Hechos 5,34-42;Salmo 26;Juan 1-15.
Proclamación del Santo Evangelio según san Juan:
Gloria a ti,Señor.
En aquel tiempo , Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tibereades); Lo seguía mucha gente,porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: <<¿Con qué compraremos panes para que coman estos?>>. Lo decía para tantarlo,pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó: <<Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo>>. Uno de sus discípulos,Andrés, el hermano de Simón`Pedro,le dice: <<Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces;pero,¿qué es eso para tantatos? Jesús le dijo: << Decid a la gente que se siente en el suelo>>. Había ucha hierba en aquel sitio. S sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes ,dijo la oración de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y los mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos <<Recoged los pedazos que han sobrado;que nada se desperdicie>>. Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de cinco panes de cebada,que sobraron a los que habían comido. La gente entonces,al ver el signo que había hecho,decía: <<Este si que es el Profeta que tenía que benir al mundo>>. Jesús,sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey,se retiró otra vez a la montaña el solo.
Palabra del Señor:
Gloria a ti,Señor Jesús.
Homilía:
Paz y bendiciones en Cristo Jesús resucitado:
Hermanos(as), hoy escuchamos la Palabra de Dios según san Juan, y nos damos cuenta de el inmenso amor de Dios por su pueblo, y la misericordia de Jesús, que después de haberlos enseñado y dado el alimento espiritual, se compadece de ellos y les sacia igualmente su hambre y los atiende con infinito amor y corazón de Dios.
Ya, hemos escuchado muchas veces este pasaje de la multiplicación de los panes y los peces, hoy retomemos un poco más este milagro:
Un, Jesús humano que se imbolucra con los pecadores y busca la forma de redimirlos y de esa misma forma les calma sus necesidades temporales.
Jesús, cuenta con la colaboración del mismo hombre, primero cuestiona a su discípulo Felipe, a ver que piensa de la pregunta de Jesús, y descubre como no alcanza este a comprender la profundidad de la pregunta formulada por Jesús, lo que quería Jesús en ese momento por parte de su discípulo era que este descubriese que con Dios todo esta dispuesto y puede darnos todo para nuestro bienestar.
Entonces, en segundo plano entra en esena Andrés quien le proporciona a Jesús la información de que alguien tiene panes y peces,es esta la ayuda, el aporte del ser humano para que el Señor, tomando de nuestra parte algo, nos supliera lo que necesitamos: Si, esos panes, son el aporte del hombre para colaborar en la obra del Señor, y a partir de allí, Jesús multiplica esos panes y peces y sacia la necesidad de sus seguidores.
Esto, nos enseña que a Dios le podemos pedir muchas cosas, y él, nos dará lo que necesitemos si nos conviene, pero Él mismo espera de nuestra parte, nuestro esfuerso poner la base sobre la cual el Maestro Jesús pueda hacer crecer nuestra semilla y que ella produzca frutos.
Encontramos a un Jesús misericordioso, compasivo y complaciente, pero que exige de nosotros un aporte una disposición de seguimiento y confianza en Dios.
Recordemos, aquí el discurso del Señor donde nos recuerda claramente que Él es "EL PAN DE VIDA", recordemos también en el antiguo Testamento, como Dios provee en el desierto el "MANA", a los israelitas, pues Jesús aquí, se identifica nuevamente con todo el proyecto de salvación de Dios y como el Verdadero Pan de vid.
Aquí, tambien notamos un preludio de lo que luego sería la Eucaristía, ya no sería pan y pez, el alimento que nos calmaría el habre, sino El mismo Jesús, quien se nos daría, su Cuerpo y su Sangre como comida y bebida de salvación, en esta prefiguración de la Sagrada Eucaristía, Jesús nos deja muy claro, que él siempre está dispuesto a ayudarnos en nuestras necesidades, pero que debemos estar igualmente, listos y dispuestos a escuchar su llamado y seguirlo.
"Sacianos de tu abundancia, Señor.
El signo de la multiplicación de los panes introduce al lector simbólicamente en el gran discurso sobre el pan de vida,el nuevo milagro del maná. Jesús se presenta,siguiendo las huellas de Moisés, como el revelador definitivo,realizado el nuevo éxodo. Sube a la montaña,es decir,se sitúa en el ámbito de la divinidad, y desde ese vértice proclama la llegada de los tiempos mesianicos. Con los ojos en el Padre, se preocupa de lo que es necesario al hombre,tomando la iniciativa sobre los deseos de la muchedumbre, cuya hambre y carencias remedia .