Lecturas del día: 4ª del salterio
Hechos 12,24-13,5;Salmo 66;Juan 12,44-50.
Proclamación del Santo Evangelio según San Juan:
Gloria ati,Señor.
En aquel tiempo,Jesús dijo,gritando: <<El que cree en mí,no cree en mí,sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas. Al que oiga mis palabras y no las cumpla no lo juzgo,porque no he venido para juzgar al mundo,sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quién lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado,esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quién me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre>>.
Palabra del Señor:
Gloria ati,Señor Jesús.
Homilía:
Hermanos(as)paz y bien, hoy encontramos un bello pasaje del Evangelio, donde Jesús, ya casí con su misión cumplida, habiendo hecho todo lo que el Padre le había pedido, enseñado su palabra, denunciado las injusticias y el pecado,siente un gran deseo de hacer que sus discípulos y todos los que lo escuchen, sientan la voz de Dios y se cuestionen sobre su pensar y actuar.
Jesús, según el evangelista, grita, habla con voz fuerte para que pueda ser escuchado por la mayor cantidad de personas, y revela una vez más su unidad y filiación con el Padre,aclara y nos deja claro, que si uno cree firmemente en Jesucristo, no solo le esta creyendo y aceptándolo a él, sino que ha creído y aceptado por pura y simple lógica al Padre, pues sabemos por las enseñanzas del mismo Jesús, que Él y el Padre, son uno, y quien escucha al Hijo, escucha al Padre y quien ve al Hijo, ve al Padre; es un fuerte llamado para que seamos verdaderos creyentes y conbencidos del amor de Dios por nosotros, que se ha manifestado desde siempre en la unidad de una sola y verdadera familia.
Nosotros, los católicos confesamos un solo Dios en tres personas, y ese es el verdadero misterio de fe, pero es un misterio aclarado por Jesús mismo, que el que escucha al hijo, escucha al Padre, y se une a él.
Y, Jesús mismo aclara, que Él, no ha venido al mundo, para juzgarlo ni condenarlo, sino para redimirlo y darle la vida eterna,pero, que es, uno mismo, el que tiene en sus manos la suerte final, cielo e,infierno,son una realidad, así como muerte y vida,salvación o condenación; y es cada uno de nosotros, por nuestra aceptación o no de la palabra y enseñanza de Dios, y su aceptación o no en nuestras vidas, que obtendremos la vida o la muerte eterna,Jesucristo ya nos dio la vida, es nuestra responsabilidad, a vivir en ella y dejarnos salvar por Jesús, o llevar del maligno, y con el el infierno eterno.
Jesús, mismo nos lo acaba de decir en el Evangelio, no vino a condenarnos,sino a salvarnos; pero nos dejó libres por que nos ama, y en esa libertad debemos vivir, escuchando la voz del Señor y aceptándolo en nuestras vidas como nuestro salvador, entonces,vendrá Dios y "hará morada en nosotros, y nosotros moraremos en él.
Amados hermanos(as) dejemos obrar a Jesús en nuestras vidas, arrepintamonos de todos nuestros pecados, y escuchemos la voz de Jesús, que es la voz del Padre y nos salvará, y, recordemos lo que nos acaba de decir Jesús,"si rechazamos su palabra, no es a él, a quien, rechazamos, sino al que lo envió, a nuestro Padre Dios, y si lo escuchamos y aceptamos, a Dios hemos aceptado.
Dios, no nos condena, nuestras obras y nuestro rechazo o aceptación de Dios en nuestras vidas, son las que definen nuestro futuro final y eterno "VIDA, O MUERTE", elijamos la que deseemos y ese será entonces nuestro futuro final.
"Señor Jesús,tú eres el faro de luz inextinguible venido para guiar a todo hombre y mujer a la salvación. Te reconocemos y acogemos como el enviado del Padre,el -único salvador".