Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas:
Gloria a ti, Señor:
En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron muy contentos y dijeron a Jesús: <<Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre>>. Él les contestó: <<Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no os hará daño alguno . Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo>>. En aquel momento, lleno de la alegría del Espíritu Santo,exclamó: <<Te doy gracias,Padre,Señor del cielo y de la tierra,porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre,sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar>>. Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: <<¡Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron; y oír lo que oís,y no lo oyeron>>.
Palabra del Señor:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilía.
Paz y bien hermanas(os) en Jesucristo Señor nuestro, hoy en la Palabra de Dios, encontramos a Jesús que recibe la información que sus discípulos, los setenta y dos que había enviado en su misión, regresaban muy felices porque notaban que su misión se realizaba con excito y llenos de la presencia de Dios; miramos como Jesús mismo les ase tomar conciencia a sus discípulos que no deberían sentirse tan felices por ver que se les sometían los espíritus malos, sino que se alegraran por saber que sus nombres, están inscritos en el cielo.
En, otras palabras, Jesús nos invita a ser hombres y mujeres que luchan por ser los verdaderos misioneros enviados por Jesús a anunciar la Buena nueva, sino lo que es mas importante uno debe estar feliz, es por cumplir la voluntad de Dios, nuestros nombres estén inscritos en el reino de los cielos.