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Lecturas del día: 3º del salterio.
Galatas 3,22-29;Salmo 104;Lucas 11,27-28.
Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas:
Gloria a ti,Señor-
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz,diciendo: <<Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron>>. Pero él repuso: <<Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen>>.
Palabra del Señor:
Gloria a ti,Señor Jesús.
Homilía:
Paz y bendiciones hermanos(as)lectores, hoy nos encontramos de nuevo,para reflexionar sobre la palabra de Dios y hacer de ella parte de nuestra vida: hoy, la liturgia nos presenta de nuevo el pasaje evangelico, de la fiesta de ayer, Nuestra Señora del Pilar, pero como la palabra de Dios es siempre actual y actualizante, nos recuerda el gran compromiso de un verdadero cristiano, tener la capacidad de estar siempre atento a adorar a su Creador y a descubrir en los acontecimeientos de la vida, la presencia real de Dios con nosotros.
Si,escuchamos la narración de la mujer, que de entre el gentío que seguía a Jesús, bendice a la Madre del Señor, si, no, con la palabra que muchos nos hubiera gustado escuchar (dichosa tu Madre), si, hace referencia totalmente a ella, al nombrar su vientre y sus pechos, pues sabemos todos, que el vientre y el pecho de nuestra madre, es el lugar perfecto donde hemos recibido el sustento y la gestación del ser humano, y solo en el vientre de nuestra madre podemos llegar a la vida.
Por, lo cual, esta mujer, hace una bella alabanza y veneración de la Madre del Redentor:
Si, pero Jesús, nos recuerda con insistencia, que son más dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica,no es que Jesús menosprecie esa alabanza a los órganos puros de su Madre, sino todo lo contrario, se siente muy feliz por ello, pero sabiendo que su Madre sería mas feliz, al oír su respuesta, invita a mirar quienes pueden ser mas dichosos y bendecidos, y estos son los que escuchan la palabra de Dios y la practican.
"El Señor hizo grandes cosas por mi..
La primera bienaventuranza que proclamará Cristo sonará como un aldabonazo << dichosos los pobres (de corazón)porque el Reino de Dios les pertenece>> y será como un eco lejano de la frase de María en el Magnificad. <<El Señor se ha fijado en la humanidad (la humillación) de su esclava. En efecto María es una persona, que, como una esclava, no tiene tal como lo entiende el mundo, ni nacimiento, ni casa ni apellido. A la insignificancia en el registro personal se empareja la intrascendencia del marco ambiental: un villorrio desconocido o, peor a ún de ,mala fama. ¡Con quién envía Dios a hablar al ángel Gabriel! hay al rededor una pobreza que libera de las posesiones, de los lugares grandiosos,de los altos cargos,de los linajes ilustres;no hay ninguna atadura: el ángel viene a recogerla como una simple flor del campo (recuérdese el cuidado que el Padre tiene con los pájaros y los lirios campestres). Y ahí, está realizandose la bienaventuranza que María misma previó desde el principio: <<me llamarán dichosa todasas las generaciones>>.
Nadie como María, tu Madre,acogió tu palabra divina,Señor. Por eso,es de veras bien aventurada. Nos sentimos felices de haber recibido de ti amor Madre nuestra".