Lecturas del Día:
1ª Corintios 2,1-10;Salmo 118;Mateo 5,13-16.
Proclamación del Santo Evangelio según San Mateo:
Gloria a ti,Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: << Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve-sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres,para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo>>.
Palabra del Señor:
Gloria a ti,Señor Jesús.
Homilía:
Paz y bien hermanas(os) lectores de la Palabra de Dios hoy,nos encontramos frente a un bello pasaje del evangelista S.Mateo, donde nos explica las palabras de Jesús, explicándole a sus discípulos y hoy día a cada uno de nosotros, nuestra responsabilidad de ser "Sal,y luz" de el mundo.
Para,ninguno de nosotros es desconocido el sabor que da la sal a los alimentos y la claridad que produce la luz en las tinieblas.
Pues, bien, Jesús les explicaba a sus discípulos, como ellos son la Sal de la tierra," El fermento",y que por ello deberán dar verdadera respuesta de cristianos comprometidos con el amor de Dios,ser sal de la tierra, es ser el sabor, el agrado que los evangelizadores debemos ponerle a este mundo tan desvirtuado,y alejado de Dios,pero una sal que debe contagiar, que nuestras obras, nuestros hechos, nuestro comportamiento y forma de vivir, debe demostrarle a los demás, como se ama a Dios, y como cada uno podemos hacer que este amor se expanda por todo el mundo, ser la sal del mundo, es tener en nuestras manos la responsabilidad de actuar bajo el pleno influjo de Dios en nuestra vida, dejar que los demás vean que nuestras acciones y obras, pueden ser el medio por el cual, los demás le encuentran el sabor al mundo, y buscarán ser así ellos igualmente, sal y luz de este mundo.
Luz,de igual forma, el buen cristiano,esta obligado a dar testimonio de vida, con sus hechos y forma de vivir,demostrando que esta lleno de la Luz de Cristo y puede hacer que esta Luz ilumine, su vida y la de quienes están a su lado, cada cristiano, debe responder con hechos verdaderos y coherentes de vida, pues su forma de vivir: o, ayuda a que el Evangelio llegue al corazón de los hombres,o por lo contrario, los aleje de Dios. Si, es esa nuestra responsabilidad vivir de acuerdo con la ley de Dios, que nuestra vida no sea solo "TEORÍA", sino "PRACTICA",pues la fe, entra no solo por el ojo,sino que también entra por medio de mi forma de vivir, una vida coherente y sin doble moral, puede hacer que la fe, crezca y haga que la semilla de esta, regada en los demás, al ver mis obras y coherencia de vida, al ver que yo soy luz, ellos podrán acercarse a esta luz y ser calentados por ella y poder disfrutarla y vivir en ella.
En, fin,para el verdadero cristiano, el Evangelio de hoy, nos llama a vivir como Dios nos manda, a ser testigos y testimonio con nuestras obras y forma de vivir,para así poder atraer a los demás hacia el camino de Dios y a su Evangelio.
"La gloria de Dios"
Hagamos propio este breve comentario de Dioneto Padre de la Iglesia,sobre la misión de los discípulos del Señor Jesús: "Los cristianos son para el mundo lo que el alma es en el cuerpo" No, es tarea del discípulo maldecir las tinieblas, sino disciparlas con nuestro comportamiento y forma de vida,sino encendiendo luces que aclaren la vida y el diario vivir de los demás.
El,apóstol nos dirá esto a su manera: <<Vence al mal en el bien>> (Romanos 12,21).
Esta realidad es parte irrenunciable de nuestra misión entre los hombres.
Para poder llevarla a cabo,el discípulo debe estar preparado,comprender y aceptar en la humildad que está al servicio de su Señor teniendo en cuenta de qué forma fue Él luz y sal del mundo. Debe saber esperar el momento de Dios; el mismo es celoso de sus tiempos. Es esta aceptación del actuar de Dios por parte de los cristianos lo que nos preserva de ir,aun cuando sea de forma encubierta, detrás de nuestra propia gloria.
Si, muchas veces en nuestro afán de ser luz y sal de la tierra, podemos caer en el protagonismo que nos aleja del verdadero significado de ser la luz que ilumina las tinieblas del pecado y la sal,que da sabor a su vida. Y, nos convertimos entonces en meros oportunistas y ladrones de la Palabra de Dios.
Es, pues el llamado que hoy podemos extractar de este pasaje Evangelico, estar dispuestos a escuchar la voz del Señor, dejarnos seducir por ella,seguir sus huellas, y ser hombres y mujeres que al aceptar el llamado de Dios, a ser al luz y la sal del mundo, nos dejamos conducir por Él y no por nuestros propios esfuerzos y méritos, el buen evangelizador deber ser entonces, el que despojándose de todo lo que le aleja de Dios, se abre a su misericordia, y escucha con atención su Palabra, la medita,la pone en practica y hace de ella su modelo de vida; entonces así,guiado por el Espíritu Santo, y sin ánimos de grandeza y poder, se dispone a ser ese vaso de barro frágil pero lleno de Dios.
Y, es allí donde radica la fuerza del cristiano y lo hace luz y sal para el mundo,hacerse pequeño ante su Señor,limpio de todo mal, y dejar que la Palabra de Dios lo llene y como vaso de barro frágil lleve la Palabra de Dios con mucho amor y cuidado,pues como seres humanos solo guiados por Dios, tendrá éxito nuestra misión.
Señor: que nunca nos olvidemos, que Tú nos llamas para iluminar las tinieblas no para maldecirlas.
Enseñanos Señor, a ser la luz y la sal de este mundo,pues solo con tu ayuda lo podremos lograr.