Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas:
Gloria a ti,Señor.
En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y mucho gentío. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un hijo muerto, hijo único de su madre,que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba. Al verla el Señor, le dio lástima y le dijo: <<No llores>>. Se acercó al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo: <<¡Muchacho, a tí te lo digo, levántate!>>. El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos,sobrecogidos,daban gloria a Dios,diciendo: <<Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo>>. La noticia del hecho se divulgó por toda la comarca y por Jadea entera.
Palabra del Señor:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilía:
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo>>.
Hermanas(os) en Cristo, hoy la Palabra de Dios según S, Lucas nos enseña la gran calidad y misericordia de Jesús que siempre ha estado y estará ligado a el servicio y el bien estar de sus hermanos y en especial de los más débiles. Jesús que pasando por Naín, descubre de frente el dolor y el sufrimiento de la pobre viuda que ahora quedaba sin su hijo y que en su corazón estaba totalmente destrozada.
Jesús, no es indiferente ante el dolor del Ser humano, conmovido por esta realidad, se acerca a solucionar el dolor y el sufrimiento que la agobia, y deteniendo el cortejo fúnebre, tocando el féretro llama a la vida, a aquel que la muerte había llamado, devolviéndoselo a su angustiada madre.
Es, la actitud de un Dios hecho hombre que desea solo la felicidad para sus hermanos, y con el la alegría del Padre Dios que en su Hijo se complace haciéndole la vida más amena a sus hijos.
En, pocas palabras: en la persona de Jesús, encontramos la plenitud de la vida, el génesis de nuestra existencia y el fin de la misma, solo en Él,podremos ser felices.
ATÍ, TE LO DIGO,¡LEVANTA!...
Es,lo que en cada momento Jesús, nos dice a cada uno de nosotros,levantarnos y ponernos en pie para dejar, para sepultar definitivamente el pecado y todo el mál que hayamos causado, levantarnos, volver a el camino recto a Dios y realizarnos en Él.